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Si comenzaría hablando de cualquier
persona, alguien común, comenzaría contando quien es.
Una presentación estática, una
presentación muy coherente.
Lo que dista significativamente de
ella.
Conocemos lo que es, conocemos sus
incontrolables ganas de comer, de jugar, de reír. Conocemos su amor por la
música, y conocemos la melodía que con ella trae.
Una chica muy activa, muy pasional. Una
chica con ganas de ser dura, con ganas de ser fierro.
Eternamente con ella siempre trae algo
más, algo que generalmente nadie conoce, y hace un tiempo, un tiempo casi largo
pude divisar, conocer, y profundizar en ese "algo más".
Esa chica que juega, se divierte, defiende,
analiza y opina. En sus entrañas siempre trajo una niña, una niña con potencial
de mujer. Una niña que tiene miedos, que es frágil, una niña que a veces, solo
a veces tiene ganas de ser responsable. Una que por momentos es cuerda, pero en
su mayoría de ratos tiene ideas descabelladas, ideas controversiales, locas,
inimaginables.
De un segundo a otro está en una posición
distinta, como si ella se divirtiera creando personajes y compararlos con ella misma,
quedarse con ella, amarse eterna y desmesuradamente.
De un segundo a otro es tu amiga, pero si
quizás no quisiste compartir algún juguete va a apuñalarte por la espalda con
esa mirada lejana, fría y sin censura alguna.
A veces esta chica de la que cuento en
este cuento, suelta fuego y entre sus ojos hay paz.
A veces esta niña se vuelca sobre mi, como
si el juego de la vida la cansase, como si ya estuviera rendida por la tarde
que se vuelve noche, como si a ratos quisiera volverse mujer para ya no estar
así de aburrida y quieta.
Y a veces (estos a veces que ocurren
frecuentemente pero queremos disimularlo con un típico "a veces) esta
mujer se siente abatida, se siente perdida, se siente deshumanizada, y saca una
estaca de quien sabe donde, y me clava una puñalada en el centro del pecho,
luego se lastima ella misma , muere y renace al día siguiente con esa sonrisa
picara, vivaz, incandescente, tenaz.
Esa risa que si soy sincera me gusta
tanto, me apasiona tanto que soportaría el puñal en mi , mil veces con tal de
verla otra vez sobre mi pecho, sobre mi panza.
Esta niña con aires de mujer, o esta mujer
con centro de niña hace un rato me tiene algo inquieta. Se pasea por mi memoria,
jugando, divirtiéndose, anteponiéndose a mis quehaceres.
Egocéntrica cuando camina, y tiene el
pecho fuera, los ojos de tempestad contra quien pase y ose mirar a su presa
(que por cierto soy yo), la boca rígida de una dama, suave como sus pechos, y
única como su ombligo. Ella sabe cuanto es, ella es consciente de lo que trae,
y por eso enaltece a quien la mire, enaltece a quien la acompañe, y será que
toda persona que la siga es quien necesite ser enaltecido. Como yo.
Esta Fara, Indiana es quien me tiene a
destiempo todo el tiempo de mi vida, y al mismo rato me tiene viviendo cada
instante desde que empecé a vivir con ese beso. Ese primer beso.
Joven Altruista por excelencia. ¿Acaso
sabían eso?
Que a toda persona que le pida algo, esta
mujer no puede hacer ni cinco pasos sin dárselo.
Y vos nena, ¿Sabías quién realmente sos?
Amargura de mis besos, si es que ellos
fueran dulces, Sazón de mis ojos si es que ellos fueran sinsabor.
Esta chica, niña, mujer, que me mantiene
en los límites de mis cabales, también, también... ¡¡¡Cocina!!!
Cocina con delicadeza, cocina sin temer.
Como toda una mujer, ella al frente de una cocina, oliendo y degustando colores
y en su afán de mezclar sabores veo a la madre que quiero para mis hijos.
Cantora del alba, solo con empezar a
hablar comienzas una canción, y aunque las de amor me gustan, no me disgusta
para nada las de bronca, odio y rayos.
Con esta mujer me pasa algo peculiar, algo
que no es común o por lo menos eso creo.
A ratos la quiero golpear contra una
pared...Si, una pared. Solo para que su cabeza se ablande pero con suerte (para
ella) luego recuerdo que el corazón lo tiene tierno y aunque me cueste ceder
del golpe, lo hago, y apelo a su corazón. El fallo es para mis palabras,
consigo el punto justo en donde mi mujer va a quebrarse, conozco su talón de
quien sabe que, conozco su punto de sostén, y ahí esta.
Acepto que a veces le doy una patadita así
caiga, porque estoy tan cegada por el miedo de tus palabras que solo quiero
callarte, y cuando me decís:
- "Me quiero ir a mi casa."-
Entonces es en que volteo de mi paso tan duro, medible, mecánico, forzado, doy
media vuelta y te veo ahí, a vos, de mujer a niña en una sola palabra. Ahora la
creadora del error, se volvió mi niña con la boca llena de chocolate, la cara
triste, desahuciada y sin consuelo de Dios.
Entonces me río porque no hay mujer en
este mundo que tenga tu belleza.
La abrazo y entro en trance una vez más.
¿Se dará cuenta acaso de como estoy con
ella?
Sé quien es, sé que es.
Sé quien no es, sé que no será.
Una chica que a simple vista ya es no
convencional.
Atrapa, se revela, juega un rato, y si se
aburre te deja a un costado y se marcha con la vista tranquila.
Y si tenes suerte y no se aburre, se queda
con vos para cuidarte/matarte a su manera tan afable.
Afable, ella es afable en ratos, pero de
verdad ya conociéndola, creo que no. Es que como dije al principio no conocen
su parte adusta. Esa que hace que yo pierda la paciencia y quiera usar una
severidad similar y termino perdiendo, rompiendo mi espada y diciéndole (ya
cansada):
-"Todo el tiempo sos idiota
Indiana, hartas"
Es totalmente increíble, me hace el amor, y domina en la cama como en la mesa, como en la silla y cuando insinúa que yo tome el control, maneja como yo tomo el control! Es increíble esa mujer que marca hasta los latidos que tiene que dar mi corazón.
Al fin y al cabo es una terca, es una
piedra.
Cuando le ruego que por favor traiga a esa
niña que tanto tanto amo cuidar me mira y hace un avistamiento de mi gesto como
pensando en que quiero mas a esa niña que la mujer. Es algo cómico cuando no
discute sobre ello.
Esa mujer es la que me regaña todo el
tiempo por eso a veces cuando quiero bajar la guardia pido que me traiga a la
niña.
Es que esa mujer es toda una generala, es
toda una soldada de la palabra.
Habla y argumenta a mil por horas y
articula, gesticula palabras que ocasionalmente pienso que ni si quiera ella
misma sabe que las esta diciendo. Es como algo innato que la mujer posee desde
que nació mujer. ¿Se entendió?
Espero que si, así después me expliquen.
Esa mujer tan áspera también...
Me canta canciones y lo hace con los ojos
cerrados, como recaudando toda la pasión que está desplazada desde su dedo
gordo del pie que por cierto es un poco raro, hasta su cabello mas largo.
Es como que hace un llamado a todas las
pasiones que tiene dispersas por el cuerpo y es entonces ahí que le sale ese
tono grave que me inunda de amor, me contagia, y estoy muy segura que no soy a
la única que modifica.
Esa mujer tan severa me cuida perfectamente en lo cálido de su pecho, me defiende con audacia de pelear contra alguien que apuesta diez veces mas a ganar, ella lucha, ella se rompe el corazón peleando por mi, la carnada. (jaja)
Ella se sentiría bien escuchando esto, esto de que con
su música y su labor modifica el comportamiento de la gente.
Ella en si lo sabe, solo que dice que no, para
que yo le diga que si, y le explique porque a ella le encanta que le explique
como hace las cosas....
Por eso es que elegí hacerte esto Indiana,
porque te gusta que te describa ya que a rachas no sabes como hacerlo y
entonces te perdes, y me dejas para encontrarte, como si fuera que encontrarte
estuviera lejos de mi.
En lugar de pedirme una canción, en lugar de pedirme una comida,
una limonada, en lugar de pedirme que te busque, te vas, te vas para
encontrarte, y eso no lo permito.
No voy a permitir que de mi te alejes
mujer, si esa niña sigue perteneciéndome, sigue amándome, sigue queriendo
desarmarse en mis brazos, desplomándose en mi pecho, y respirando en mi panza.
No te digo que voy a cortarte las alas,
solo te digo indiana, mujer, niña, chica de pelo claro, 1,60, ojos color
salvaje, pestañas largas y labios apretados, devota , esclava de la música que
vas a volar al lado mio hasta que en tu lucha mi guerrera ,yo no pueda
intervenir para curarte, hasta que tu camino no sea el mio, hasta que tu
corazón no ame a este corazón entregado a tu cabeza, a tu cuello, a tus pechos,
a tu ombligo, a tus abductores, a tus talones. No.
No voy a perder algo que conozco, algo que
amo.
No soy testaruda, y si en algún segundo me
decís que estoy equivocada, si me decís que yo dejé de conocerte, que dejé de
agradarte, que me vería mas linda como recuerdo que como presente, voy a
sonreírte y voy a irme para volver cuando necesites mi ayuda.
Toma esto como un prólogo, un prólogo de lo que sería un libro que contase de vos.
Toma esto como una definición y para nada subjetiva de lo que forja tu alma.
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